lunes, 4 de febrero de 2013

Comunicación interauricular.


La comunicación interauricular es un defecto cardiaco de nacimiento en la pared (septo) que separa a las dos aurículas o cámaras superiores del corazón. El orificio puede ser de varios tamaños y cerrarse por sí solo o mediante cirugía. La comunicación interauricular es un tipo de defecto cardiaco congénito. Congénito significa presente al nacer.
La comunicación interauricular está presente al nacer, pero muchos bebés no tienen signos o síntomas. Los signos y síntomas de una comunicación interauricular grande o no corregida pueden ser:
·        Infecciones respiratorias o pulmonares frecuentes
·        Dificultad para respirar
·        Cansancio al comer (bebés)
·        Dificultad para respirar después de realizar actividad física o ejercicio
·        Latidos irregulares o sensación de palpitaciones
·        Soplo cardiaco o ruidos silbantes que se pueden escuchar con un estetoscopio
·        Inflamación en las piernas, los pies o el área del estómago
·        Accidente cerebrovascular
Durante el embarazo, el bebé en formación presenta normalmente varias aberturas en la pared que separa las aurículas o cámaras superiores del corazón. Estas aberturas por lo general se cierran durante el embarazo o poco después del nacimiento. Si alguna no se cierra y queda un orificio, a esto se le llama comunicación interauricular.
El orificio aumenta el flujo de sangre que pasa a los pulmones y, con el tiempo, puede causar daños en los vasos sanguíneos pulmonares. Los daños en los vasos sanguíneos de los pulmones pueden causar problemas en la edad adulta, como hipertensión pulmonar e insuficiencia cardiaca. Pueden surgir otras complicaciones como arritmias y un riesgo más alto de accidentes cerebrovasculares.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estimaron recientemente que todos los años nacen alrededor de 1,966 bebés con comunicación interauricular en los Estados Unidos.1 Esta anomalía puede estar acompañada de otros defectos cardiacos.

Diagnóstico
La comunicación interauricular se puede diagnosticar durante el embarazo o después de que nace el bebé. En muchos casos, puede ser que no se diagnostique sino hasta llegar a la edad adulta.

Durante el embarazo
Durante el embarazo se realizan pruebas de detección (exámenes prenatales) para buscar defectos de nacimiento y otras afecciones. La comunicación interauricular puede observarse en una ecografía (la cual crea imágenes del cuerpo) pero esto depende del tamaño del orificio y de su localización. Si se presume que hay comunicación interauricular, un especialista tendrá que confirmar el diagnóstico. 

Después de que nace el bebé
La comunicación interauricular se puede diagnosticar después de que nace el bebé, pero es posible que no sea diagnosticada sino hasta la edad adulta. Una de las formas más comunes de identificar la comunicación interauricular es detectando soplos cuando se ausculta (escucha) el corazón mediante el estetoscopio. Si se escucha un soplo o existen otros signos o síntomas, el médico puede solicitar más pruebas para confirmar el diagnóstico. La prueba más común es el ecocardiograma, el cual es una ecografía del corazón.
Tratamientos
El tratamiento de la comunicación interauricular depende de la edad del diagnóstico, la cantidad o gravedad de los síntomas, el tamaño del orificio y la presencia de otras afecciones. Algunas veces, es necesario realizar una cirugía para cerrar el orificio. En otras ocasiones, se prescriben medicamentos para aliviar los síntomas, aunque no se conocen medicamentos que puedan reparar el orificio.
Si a un niño se le diagnostica comunicación interauricular, el médico le hará un seguimiento para determinar si el orificio se cierra solo. Durante este periodo, posiblemente le recete medicamentos para tratar los síntomas. El médico puede recomendar una cirugía si el niño tiene comunicación interauricular grande, aun cuando haya pocos síntomas, para prevenir complicaciones futuras. La cirugía también se puede recomendar en los adultos con síntomas múltiples o graves. La cirugía consiste en cerrar el orificio ya sea mediante cateterismo cardiaco o cirugía a corazón abierto. Después de la cirugía, los cuidados médicos de seguimiento dependerán del tamaño de la anomalía, la edad de la persona y si tiene otros defectos de nacimiento.


Tipos de comunicación interauricular.

CIA tipo ostium secundum.
Visto desde la aurícula derecha, el tabique interauricular presenta en su porción central la fosa oval, que está formada por el septum secundum, grueso y muscular, dispuesto posterior, superior y anterior. Su borde libre se conoce como limbo. El septum primum es delgado y móvil, ocupa la parte inferior de la fosa, y se superpone al septum secundum por el lado izquierdo formando una apertura en forma de válvula conocida como el foramen oval que permite el paso de sangre sólo desde la aurícula derecha a la izquierda durante la vida fetal. Después del nacimiento la presión es mayor en la aurícula izquierda, y debido al mecanismo de válvula unidireccional, el foramen oval se ocluye sin permitir ningún cortocircuito.

En este sitio se encuentran los defectos del ostium secundum que incluyen el foramen oval persistente; defectos del septum primum(los más frecuentes), que van desde múltiples fenestraciones hasta su ausencia total y defectos del septum secundum
.


CIA tipo seno venoso.

Los defectos del seno venoso se ubican posteriores a la fosa oval y pueden ocurrir en cualquier posición desde la unión entre la aurícula y la vena cava superior hasta la unión con la cava inferior. Son más frecuentes en la unión cavoatrial superior y se asocian frecuentemente al drenaje venoso anómalo de las venas pulmonares derechas en la aurícula derecha.
CIA tipo ostium primum.

Esta anomalía se localiza en la parte inferior del tabique interauricular y se origina por un defecto del tabique auriculoventricular. Es uno de los componentes del canal auriculoventricular que se expondrá más adelante.
  

CIA tipo seno coronario.

El defecto del seno coronario comunica las dos aurículas por falta de separación del seno coronario y la aurícula izquierda. Puede ser extenso y se conoce también como seno coronario "destechado". Esta malformación se asocia frecuentemente a la presencia de una vena cava superior izquierda.







Comunicación interventricular







Un defecto del tabique es un orificio en la pared muscular que separa las cavidades derechas del corazón de las cavidades izquierdas. El defecto del tabique a veces se denomina «soplo».
Si un bebé nace con un orificio en el tabique, la sangre se escapa por él, pasando del lado izquierdo del corazón al derecho. Si es poca la cantidad de sangre que se escapa, los problemas posiblemente sean leves. Pero si es mucha la cantidad, el corazón trata de compensar y se agranda. Los niños que tienen un defecto del tabique generalmente tienen dificultad para respirar y un retraso del crecimiento.
¿Qué es la comunicación interventricular?
La comunicación interventricular (CIV) es un defecto del tabique interventricular, es decir, un orificio en la parte del tabique que separa las cavidades inferiores del corazón (los ventrículos). Normalmente, el ventrículo izquierdo bombea sangre rica en oxígeno a la aorta, que lleva la sangre que ha circulado por el corazón y los pulmones al resto del organismo. Pero cuando hay una CIV, un poco de esa sangre es impulsada a través del orificio al ventrículo derecho en lugar de circular en forma normal al resto del organismo.
Del ventrículo derecho, la sangre pasa por la arteria pulmonar a los pulmones. Los vasos sanguíneos de los pulmones pueden dañarse debido al volumen elevado de sangre que reciben del ventrículo derecho.
Los ventrículos izquierdo y derecho también pueden verse obligados a trabajar más. Al tratar de suministrar al organismo suficiente sangre, el ventrículo izquierdo podría verse obligado a bombear más fuerte y rápido de lo normal. Este esfuerzo adicional puede agrandar el corazón.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de la CIV incluyen:
  • Falta de aliento
  • Piel pálida
  • Respiración rápida
  • Frecuencia cardíaca (pulso) rápida
  • Frecuentes infecciones respiratorias
  • Retraso del crecimiento
Los síntomas pueden no aparecer hasta varios días o semanas después del nacimiento.
¿Cómo se trata?
Muchos niños con CIV no necesitan cirugía. El orificio puede cerrarse en forma natural durante los primeros siete años de vida o puede ser demasiado pequeño como para dañar el corazón y los pulmones.
Pero si el orificio es grande, podría ser necesario realizar una intervención quirúrgica. El cerclaje de la arteria pulmonar es un tipo de intervención que se emplea para corregir provisoriamente las comunicaciones interventriculares. Consiste en usar una cinta para reducir el calibre de la arteria pulmonar, lo cual reduce el flujo de sangre y la presión en los pulmones. Más adelante, cuando el niño es más grande, puede retirarse la cinta y corregirse el defecto mediante una intervención de corazón abierto. Aunque el cerclaje de la arteria pulmonar no repara el orificio, reduce el volumen y la presión de la sangre dentro de la arteria pulmonar.
Si es necesario reparar el orificio, éste puede cerrarse suturando los bordes o taparse con un parche.

Existen dos tipos clásicos de CIV dependiendo de su localización:

CIV membranosa - Es la forma de presentación más frecuente, la abertura se encuentra en el sector membranoso del tabique y suele extenderse hacia las regiones adyacentes, por lo que reciben el nombre de membranosos. Constituyen el 75 % de todos los casos de CIV.
  

CIV muscular - la abertura se localiza en la sección inferior del tabique ventricular. Se presenta  el 20 por ciento de los casos de CIV.


Referencia bibliográfica.

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